Poder Judicial Vergonzoso

¿Con que cara podrían haber juzgado los crímenes de la dictadura sus acólitos clave? ¿Cómo se van a sacar el estigma de haber colaborado con un régimen que sistemáticamente violaba los derechos humanos? (y en este caso mirar para el otro lado es colaborar). Hay señales claras de que el poder judicial sigue midiendo con distintas varas a los chilenos, como queda en evidencia con dos casos recientes en que la cortina de humo era demasiado delgada como para tapar la verdad: El caso Juez Calvo y el caso Mop-Gate.

El primero quedó a cargo del más bullado caso de pedofilia que involucraba gente muy poderosa, traficantes de cocaína y armas, y pertenecientes a círculos del jet-set político y empresarial. Nada de raro que el Juez que quedase a cargo del caso fuera pedófilo. Nada de raro que hayan amonestado al periodista que lo desenmascaró… a los periodistas que filmaron al ex Senador Lavandero en su propiedad privada palmoteando los gluteos de una niña no le dijeron nada, pero al que filmó a un juez reconociendo haber asistido a un sauna gay con un menor de edad le caen encima. Fue fantástico como la “opinión pública” fue enfocada hacia el tema de la “tolerancia” hacia su opción sexual, enmarcando el comentario en la moda de la homosexualidad. Luego se le sanciona por algunos meses, y al cabo de unas semanas el presidente de la corte suprema declara que “el tenía una enfermedad, pero está en tratamiento y se está recuperando”. Primeramente la homosexualidad no es considerada una enfermedad, pero más importantemente, se barre debajo de la alfombra el hecho de que el mentado juez visitase los saunas gay con un menor de edad. Una comedia absurda.

La otra ridiculez está dada por el manejo del famoso caso MOP-Gate, en cuanto el mismo presidente de la corte suprema se le ocurre justamente hacerle una visita de cortesía a su “muy amiga” jueza Chevesisch justo en el momento en que estaba a punto de acorralar al presidente Lagos por su responsabilidad en los desfalcos. Según el la visita fue de amigo… ¿Por qué entonces dejó a su señora esperando en el auto? Patético como luego se diluyó todo el asunto, pero peor aun es que ahora todos los medios hablan del “acuerdo con la derecha” en que “por el bien del país” deciden no seguir adelante con la causa, en un misterioso negociado entre Pablo Longueira y el gobierno. Es increíble, pues aparece así tal cual en todos los medios de comunicación, hasta el día de hoy cuando surgen nuevos casos de malversación y desvío de fondos, y se informa públicamente que la derecha no está disponible para un nuevo acuerdo con el gobierno. En otras palabras, o el poder judicial no tiene pito que tocar, o están disponibles para negociar con los criminales de cuello y corbata.